…del calvinismo político (“puritano”): el ser humano tiene inalienables derechos naturales a la vida, la libertad y la propiedad; aunque no por sus propios méritos, sino porque le han sido “dotados” por Dios.
Y por eso son “inalienables” es decir, indelegables, inexpropiables e irrenunciables.
“Cuidar y labrar el huerto” (Génesis 2:15) es un derecho natural, es mandato de Dios: ganar el pan “con el sudor de tu frente” (y no del contribuyente, Génesis 3:19)
La propiedad es anterior a la ley y al Estado: “No hay propiedad porque hay leyes; al contrario: hay leyes porque hay propiedad”. Lo mismo pasa con la familia, la empresa y la escuela.
—Frederic Bastiat