Perdona Señor nuestros pecados. Reconocemos que la nación entera está lejos del tipo de gobierno que tú propusiste para las naciones. ¡Líbranos del mal, Señor! Las garras del estatismo han tomado nuestro país y nos tiene de rodillas.
El precio de la libertad es su permanente vigilancia", pero esa vigilancia no se logra solamente desde los “Think tanks liberales” ni los medios de comunicación. A la izquierda se le frena con partidos de derecha liberal.
La tragedia es causada por la intervención del Estado en la vida de los guatemaltecos, y mucha de la comedia es puesta en escena por el chapín pilas que siempre sale adelante, pero que, en buen lenguaje coloquial, es bien dejado.
En América latina ya no hay golpes militares. De elección en elección, elegimos presidentes, y Legislaturas; pero no hay reformas de fondo: básicamente todo sigue igual, y nada cambia. ¿Por qué?
En mis dos artículos anteriores he dicho por qué es necesaria una nueva Constitución, pero una basada en los principios del capitalismo para todos...
Las demandas de la población continúan latentes, pero noto que sin advertir el problema de fondo y mediante “formas” que no son convenientes. Esta semana fue 48 Cantones. Permítaseme cuestionar respetuosamente algunas de sus demandas y formas.
Las izquierdas ganan la partida, además, porque siempre toman la iniciativa; y las “derechas” se limitan a reaccionar. Y si la derecha logra una victoria es pasajera, porque al día siguiente las izquierdas vuelven a la carga.
Porque infinidad de gente está feliz con el Coronavirus. Lo disfrutan mucho quienes gozan pretendiendo dirigir la vida y asuntos de los demás: entre ellos los gobiernos estatistas, y los que quieren dirigir la vida del vecino de al lado.
Nos proponemos llegar a donde se hacen las leyes y deshacer las que marcan a nuestro país caminos diferentes, y promover las que nos harán volvernos de nuestros malos caminos como nación.